Embarazo de 18 semanas: síntomas y desarrollo de tu bebé

A las 18 semanas, tu bebé mide aproximadamente 14,2 cm de largo, el tamaño de un pimiento rojo dulce, y pesa alrededor de 190 g¹.

Entre las semanas 18 y 20, es posible que empieces a sentir los primeros movimientos de tu bebé mientras alterna entre el sueño y la vigilia activa. Estos primeros movimientos suelen ser pequeños golpes y giros que se sienten ligeros y como mariposas en el estómago². Si es tu primer embarazo, es posible que no los notes o incluso los confundas con una leve indigestión, ya que muchas futuras mamás manifiestan sentir más movimiento después de una comida o tarde en la noche².

En este momento, tu bebé también puede empezar a responder a ruidos del mundo exterior, por lo que es un momento ideal para comenzar a hablarle a tu panza³. Los reflejos de tu bebé también continúan desarrollándose: traga, succiona y escucha⁴.

Dentro de los pulmones de tu bebé, están empezando a desarrollarse unos sacos de aire llamados alvéolos y es común que tenga hipo en esta etapa³, aunque es poco probable que lo sientas.

Embarazo a las 18 semanas (segundo trimestre)

Tu útero se habrá desplazado a su posición y tiene aproximadamente el tamaño de un melón. Deberías poder sentirlo a 1,5 cm debajo de tu ombligo³. También es posible que notes la aparición de la Línea Nigra, una línea oscura que es en realidad una raya marrón, de aproximadamente 1 centímetro de ancho y totalmente natural. Es causada por un aumento de hormonas producidas por la placenta⁵.

Muchas mujeres reportan sentirse un poco más torpes mientras se adaptan a sus vientres en crecimiento. Es posible que notes que tus senos empiezan a aumentar de tamaño, especialmente si este es tu primer embarazo⁴. Tu presión arterial probablemente esté un poco más baja, así que no te levantes rápidamente de una posición sentada ya que podrías marearte⁴. Para ayudar a mantener estables tus niveles de azúcar en la sangre y mantener un nivel de energía constante, comé pequeñas cantidades de comida con frecuencia.

Estrías

A medida que tu vientre crece, es posible que aparezcan estrías en tu estómago o senos⁶. Por lo general, se vuelven mucho menos visibles después del parto. No gastes dinero en "cremas milagrosas", ya que con una crema humectante con alto contenido en vitamina A es suficiente.

Encías inflamadas o sangrantes

La inflamación de las encías es debido a los cambios hormonales y a veces puede ir acompañada de sangrado conocido como gingivitis del embarazo. Se recomienda una buena higiene dental y hacer una consulta con el/la odontólogo/a para realizar un chequeo y limpieza profunda. 

Sensación de calor

Con tu cuerpo bombeando más sangre y hormonas descontroladas, podés sentirte más acalorada. Tratá de usar telas sueltas y transpirables y mantenerte hidratada con agua fría⁷.

Micción frecuente

Los viajes frecuentes al baño son uno de los síntomas más comunes del embarazo temprano, ya que tu útero en crecimiento comienza a presionar sobre tu vejiga.

Dolores de cabeza

Algunas mujeres experimentan dolores de cabeza en el inicio del embarazo. Por lo general, mejoran o desaparecen hacia el cuarto mes y no afectan al bebé o la bebé.

Consultá con tu médico/a para que te indique cómo abordarlos. 

Sensibilidad en los pechos

Tus senos pueden volverse más grandes y sentirse doloridos. También podés notar que tus pezones sobresalen más de lo habitual y se oscurecen, mientras tu cuerpo comienza a prepararse para la lactancia.

Es una ecografía estándar para asegurarse de que todo esté bien con tu bebé. Se realiza entre la semana 18 y 22 de gestación. La ecografía examina detalladamente a tu bebé para ver si hay algo inusual en su apariencia y desarrollo. Es posible identificar una variedad de condiciones a través de la ecografía, aunque no todas. La mayoría de las ecografías revelan bebés sanos, pero si se detecta algo inesperado, es posible que se te indique una serie de pruebas adicionales. Si bien la ecografía no daña ni a ti ni a tu bebé,  puede resultar un poco molesto ya que el/la ecografista puede tener que aplicar un poco de presión en el estómago para obtener la mejor vista.

Es posible que el/la ecografista pueda decirte el sexo de tu bebé con esta ecografía. Sin embargo, no todas las personas quieren saberlo y no siempre es política del hospital revelar el sexo del bebé o la bebé. Sea cual sea tu preferencia, dejalo en claro antes de realizar tu ecografía.

La vitamina A contribuye al desarrollo de los ojos del bebé o la bebé. También es importante para su inmunidad y la producción de células de la piel, y colabora con el desarrollo de los sacos de aire alveolares en los pulmones⁸.

• Retinol, que se encuentra en niveles altos en algunos productos de carne y pescado, y en niveles seguros en alimentos lácteos y huevos⁹.
• Beta-caroteno, una sustancia presente en frutas y verduras que el cuerpo puede convertir en vitamina A⁹.

Demasiada vitamina A puede ser perjudicial, al igual que muy poca, pero una dieta bien equilibrada debería proporcionarte la cantidad adecuada de vitamina A. Aprendé qué fuentes incluir en tu dieta durante el embarazo y qué alimentos y suplementos evitar.

La vitamina A es una vitamina liposoluble, lo que significa que se almacena en el hígado y las células grasas del cuerpo. Un suministro saludable de vitamina A durante el embarazo acumula las reservas naturales de tu bebé en preparación para los primeros meses de vida¹⁰. Un nivel bajo de vitamina A puede afectar la función inmune de tu bebé después del nacimiento, haciéndolos más susceptibles a infecciones y enfermedades¹⁰.