¿Cómo fomentar una crianza más libre de estereotipos? 

Los estereotipos son construcciones culturales creadas en torno a un grupo humano que se basan en generalizaciones, que pueden ser simplificadas o exageradas de la realidad. 

Si bien puede ayudar a una categorización rápida de una situación, pueden volverse un problema cuando nos impiden ver la diversidad de la realidad o cuando guían nuestras decisiones, emociones o acciones. 

Los estereotipos afectan nuestras decisiones sin que tengamos conciencia de ello y operan aun en aquellas personas que se consideran libres de los mismos. 

La categorización es parte de la naturaleza humana: para tomar decisiones rápidas en un mundo tan complejo el cerebro ha aprendido a tomar atajos y a construir categorías generales que le permiten obtener de manera inmediata la información que necesita para responder frente a determinadas situaciones.

El problema aparece cuando juzgamos inadecuadamente basándonos en la categoría bajo la cual estereotipamos: de esta manera pueden generar actitudes hacia un grupo social determinado, lo que puede generar sesgos (errores sistemáticos) y está en la base del del prejuicio y la discriminación.

Los estereotipos son aprendidos, estamos expuestos a ellos desde el nacimiento y a lo largo de la vida. 

1. Son aprendidos: si bien tenemos una tendencia natural a categorizar, el contenido de esas categorías es aprendido.

2. Estamos expuestos/as a ellos desde el nacimiento: Y se forman muy rápidamente en el desarrollo. 

3. Se refuerzan a lo largo de la vida: no sólo a través de la crianza, sino también del contexto cultural y temporal en el que estamos inmersos, nuestras experiencias, los medios de comunicación y redes sociales. 

Los estereotipos no sólo describen supuestos culturales acerca de cómo son las cosas, también establecen cómo deberían y no deberían ser. Limitando, por tanto, no solo el presente sino también el FUTURO de nuestros/as hijos/as.

La primera infancia es un período clave. Alrededor de los 2 o 3 años los/las niños/as empiezan a evidenciar estereotipos de género y raza.

Los primeros años de vida son fundamentales para comprender el mundo que nos rodea y para formar conceptos centrales como el de "género" o el de "familia".

El cerebro humano categoriza de manera constante, por lo que aplica estereotipos en todas las áreas de la vida. Sí existen, claro, estereotipos que son más relevantes para el momento en que vivimos. De esta forma, el cuestionamiento de los estereotipos cambia según el contexto cultural y temporal en el que estamos.

• Ropa y aspecto: por ejemplo, a las niñas les gusta el rosa y a los niños el azul. Las niñas llevan el pelo largo y los niños, corto. 

• Cómo se compone una familia: por ejemplo, las familias tienen una mamá y un papá. Las personas que componen una familia viven todas bajo el mismo techo. 

• Preferencias: por ejemplo, las niñas juegan con muñecas y los niños con autitos. Los niños juegan al fútbol y las niñas al vóley. 

• Adultos/as mayores: por ejemplo, los/as ancianos/as manejan mal las nuevas tecnologías y entienden mal las cosas. 

Los estereotipos y sesgos no se pueden eliminar completamente porque se originan en la forma de procesar la información que tiene nuestro cerebro. Sin embargo, hay ciertas cosas que podés hacer para que tengan un menor impacto.

• Tomá conciencia de tus propios estereotipos: y aunque creas que no solés estereotipar a la gente, tené en cuenta que no solemos ser conscientes del impacto que tienen nuestros estereotipos en nuestras decisiones y acciones. 

• Proporcionales ejemplos contra estereotípicos: Contales cuentos o proponeles películas que vayan en contra de los estereotipos 

• Tratá de tomarte tu tiempo para responder sus cuestionamientos: estar apurados/as y responder automáticamente mientras haces otras cosas puede provocar que tus estereotipos se filtren en tus palabras, explicaciones y acciones.

• Distribuí las tareas igualitariamente: tené cuidado de no asignarles tareas del hogar según su género (las mujeres levantan los platos y los hombres sacan la basura). 

• Dales a entender que sus gustos dependen de ellos/as y no de cosas que les digan o supongan los demás: tené cuidado de no hacerles sentir que no pueden hacer o disfrutar determinadas actividades.

• Dales opciones y observá qué es lo que eligen por sí mismos/as: tené cuidado de no imponer ciertos regalos, juguetes o vestimenta a partir de estereotipos. 

Enseñales desde el ejemplo y la diversidad: animalos/as a conocer y a interactuar con otros/as niños/as y familias diferentes a la tuya. Recordá que tus acciones y dichos también contribuyen de manera implícita a la construcción de sus estereotipos.

En un mundo cada vez más diverso, una crianza atenta y consciente de estos estereotipos preparará a los niños y niñas mejor para el futuro.