La lactancia materna: cómo combinarlo con la vida diaria

Amamantar es un hecho tan natural e importante en la vida del/la bebé que sus beneficios psíquicos, emocionales y alimenticios contribuyen a prevenir riesgos en su salud e incluso la de su madre a corto y largo plazo. La leche materna tiene múltiples beneficios para el crecimiento del/la bebé ya que posee la cantidad justa de proteínas, lactosa, sales y vitaminas que necesita para su desarrollo.

La lactancia requiere idealmente de un tiempo para ser llevada a cabo, una dedicación y un cuidado especial. Implica una vinculación íntima piel a piel entre un/a bebé y su madre que fortalece el vínculo afectivo entre ambos y sienta las bases para el desarrollo emocional del/la bebé.

Más allá de que los espacios públicos puedan ser considerados incómodos para amamantar, a veces representan el único modo de responder a la demanda espontánea de alimento, que requiere prioridad.

En nuestro país contamos con la Ley Nacional 26.873, publicada en 2013, que tiene como objetivo la promoción y la concientización pública acerca de la importancia de la lactancia materna y de las prácticas óptimas de nutrición segura para lactantes y niños/as. La misma hace mención a la necesidad de realizar acciones para educar a la población como así también generar espacios amigos de la lactancia. 

Respetar las necesidades que acarrea la lactancia materna y especialmente, la lactancia a demanda, que es la más recomendada por la comunidad científica, es fundamental para garantizar el crecimiento del/la bebé.

La sociedad debería apoyar, comprender y cuidar a las mujeres que amamantan, tomando en cuenta que todas las acciones que se realicen en función a naturalizar el amamantamiento, ya sea en la vía pública o fuera de ella.