Preparándote para el parto

Ahora estás en la recta final, tu cuerpo y tu bebé realmente se están preparando para el gran día. Descubrí lo que podrías estar haciendo en este momento, qué esperar de tus citas prenatales y qué podría suceder si tu bebé decide posponer su fecha de parto.

Ahora es el momento de pensar en escribir tu plan de parto. No importa qué tipo de parto tengas en mente, un plan de parto escrito es definitivamente una buena idea. En última instancia, esto significa que vas a estar mejor preparada cuando llegue el gran día. Solo tené en cuenta que tu bebé no habrá leído tu plan de parto, ¡así que vas a necesitar mantener la flexibilidad el día del parto!

En embarazos de rutina, tus citas prenatales pueden ser cada 2 semanas desde la semana 34 hasta el parto. Durante estas citas, la/el partera/o verificará lo siguiente¹:

• El tamaño y la altura de tu útero para asegurarse de que tu bebé esté creciendo adecuadamente.

• Tu presión arterial.

• Tu orina, en busca de signos de infección, azúcar y proteínas.

Además, a medida que se acerca la fecha de parto, se toma nota de la posición de tu bebé. Si, por ejemplo, tu bebé está en presentación podálica (de nalgas), se va a programar una cita para que veas a tu obstetra consultor/a. Si tu bebé sigue en presentación podálica a las 36 semanas, es menos probable que se gire solo, por lo que vas a tener que discutir tus preferencias de parto, incluida la cesárea, junto con tus opciones para intentar girar a tu bebé para que su cabeza esté hacia abajo¹ (versión cefálica externa [VCE]).

Sea lo que sea lo que suceda, el/la médico/a te va a explicar todas tus opciones de parto y los riesgos involucrados, para que puedas tomar una decisión informada sobre qué opción elegir.

A medida que se acerca tu fecha de parto, tu cuerpo realmente comienza a prepararse. La secreción vaginal y el moco pueden aumentar², y también podés experimentar más contracciones de Braxton Hicks. A menudo conocidas como "falso trabajo de parto" o contracciones de práctica³, las de Braxton Hicks son contracciones uterinas. Se tensan y se relajan periódicamente y pueden ocurrir durante todo el embarazo, volviéndose más notorias en las etapas finales. Son irregulares y pueden durar unas horas, pero siempre se detienen⁴. En general no son tan largas como una contracción verdadera de parto, que aumentará en intensidad, frecuencia y duración.

Hacia las etapas finales del embarazo, tu útero deja de presionar sobre el diafragma, por lo que deberías encontrar más fácil respirar. Sin embargo, como tu útero está presionando sobre tu vejiga, es posible que sientas la urgencia de ir al baño cada dos minutos.

Las últimas semanas pueden parecer larguísimas. Tené en cuenta que la fecha de parto de tu bebé es solo una estimación: el nacimiento es igualmente probable que ocurra 14 días antes o después de esa fecha. Mientras tanto, cuidate y tratá de relajarte.

Tu partera/o puede sugerirte una inducción si el embarazo ha continuado el tiempo suficiente. Algunas mujeres lo reciben bien, mientras que otras quieren evitarlo. Asegurate de comunicar lo que vos querés; incluirlos en tu plan de parto es una buena idea. Si tu bebé no ha llegado para las 40 semanas, tu partera/o puede ofrecerte un barrido de membranas a las 41 semanas para intentar iniciar el trabajo de parto. También puede que te programe una inducción a las 42 semanas o un poco antes.

Una vez que hayas escrito tu plan de parto, revisalo cuidadosamente con tu pareja de parto y tu partera/o para asegurarte de que tengan claro lo que querés ese día.