¡Mi bebé tiene hipo! ¿Es normal?

El diafragma es el músculo principal de la respiración y separa el abdomen del tórax. Cuando el estómago se llena demasiado, empuja al diafragma hacia arriba y este responde produciendo una contracción refleja, repentina y espasmódica. Esta contracción es indolora y no genera problemas, salvo una leve molestia cuando dura más de unos minutos. Se produce a todas las edades y es muy común en bebés recién nacidos/as y lactantes. El hipo en los y las bebés puede aparecer varias veces al día.

El hipo en los y las bebés puede aparecer por varias razones, siendo las más comunes:

• Alimentación rápida o excesiva: Los y las bebés que toman mucho alimento de manera rápida pueden tragar aire junto con la leche, lo que empuja al diafragma y puede desencadenar el reflejo del hipo.

• Reflujo gastroesofágico: Aunque es menos frecuente, es sabido que los y las bebés con reflujo pueden tener hipo más frecuentemente.

Durante la vida intrauterina, tu bebé tragaba líquido amniótico y al llenarse el estómago, se desencadenaba el hipo. Seguramente recordás todas las veces que tu bebé tuvo hipo, durante el día, la tarde y también de noche. Casi todas las experiencias intrauterino de tu bebé son recordadas como algo placentero, y por eso es que el hipo no le molesta, ya que lo tiene incorporado como algo normal.

¡Sí, es totalmente normal! El hipo es más común durante los primeros meses de vida. Como los y las lactantes deben tomar muy frecuentemente mucha cantidad de un alimento líquido para cubrir sus necesidades nutricionales, el reflejo del hipo aparece mucho más seguido que en los niños y niñas más grandes.  A menudo aparece durante o después de las comidas, pero esto no significa que el bebé o la bebé esté incómodo/a. De hecho, la mayoría de los bebés y las bebés no parecen molestos/as por el hipo y continúan alimentándose o durmiendo sin problemas.

En la mayoría de los casos, el hipo es inofensivo y no requiere tratamiento. Sin embargo, si el hipo es muy frecuente o parece estar acompañado de otros síntomas como vómitos o malestar, es recomendable consultar con el/la pediatra.

Aunque el hipo suele ser inofensivo, existen algunas señales que podrían indicar un problema:

• Si el hipo es persistente y dura varias horas sin interrupciones.

• Si el o la bebé parece incómodo/a, irritado/a o presenta dificultad para alimentarse.

• Si hay otros síntomas asociados como vómitos frecuentes o dificultad para respirar.

En estos casos, es importante acudir a el/la pediatra para asegurarse de que el hipo no esté desencadenado por un problema médico que requiera atención. 

Si bien no siempre se puede evitar que el o la bebé tenga hipo, algunas medidas pueden ayudar a reducir su frecuencia:

• Cuidar la técnica alimentaria: Si al tomar el pecho se escuchan chasquidos o ruiditos, es porque hay una mala prendida y está tomando mucho aire.

• Alimentar en una posición adecuada: Mantener al bebé o la bebé en una posición semi-vertical durante la alimentación puede ayudar a reducir la cantidad de aire que ingiere. Además, el estómago se vacía más rápido y habrá menor presión sobre el diafragma.

• Evitar sobrealimentar: Ofrecer cantidades pequeñas de leche con más frecuencia puede prevenir el hipo asociado a la sobrealimentación. 

• Hacer pausas para eructar: Durante la alimentación, hacer pequeñas pausas para que el bebé o la bebé eructe, al liberar aire, el estómago estará menos distendido. 

En general, no es necesario hacer nada cuando el bebé o la bebé tiene hipo ya que desaparecerá por sí solo. Se puede suspender la alimentación unos minutos, hasta que el hipo desaparezca. Algunos sitios de internet recomiendan darle un poco de agua, esto, no solamente empeorará el hipo (porque el estómago se llena más), sino que además hará que el bebé o la bebé crezca menos porque tomará menos leche. Lo más importante es asegurarse de que el hipo no esté causando incomodidades.

El hipo en los y las bebés es algo completamente normal y forma parte de su desarrollo. No debería ser un motivo de preocupación. Simplemente con paciencia y acompañándolo/a, esta leve molestia irá disminuyendo paulatinamente.