¿Por qué no se recomienda leche de vaca antes del año?

Los datos más importantes de esta nota son:

  • Posee un aporte insuficiente de Hierro, Vitamina C y Ácidos grasos esenciales.

  • Porque puede causar sangrados intestinales y anemia: por la forma de la proteína de la leche de vaca, la mucosa intestinal puede verse “lastimada o irritada” al tratar de absorberla.

  • En su reemplazo utilizar las fórmulas infantiles de inicio y continuación (cuando la lactancia no es posible o deseada) ya que están desarrolladas para cubrir adecuadamente con los nutrientes que el bebé necesita.

  • La recomendación es consultar siempre con un profesional de la salud.

Generalmente, en la consulta médica pediátrica, cuando hablamos sobre la alimentación en los/as bebés, resultan claros tanto los beneficios de la lactancia materna como las bases de una alimentación saludable y variada. Sin embargo, en lo referido a los lácteos (puntualmente a la leche), se presenta una gran controversia entre las nuevas recomendaciones y la forma en la que se trataba el tema en tiempos pasados.

 En la última Guía de Práctica Clínica sobre Alimentación Complementaria para niños y niñas menores de 2 años, del Ministerio de Salud de la Nación, se sugiere que el uso del yogur con el menor contenido de azúcar, sin colorantes y entero, junto con los quesos blandos y semiblandos podrían ofrecer beneficios ante el inicio de la alimentación complementaria supeditado a las posibilidades y preferencias de las familias, pero por otro lado, sugiere NO ofrecer leche de vaca en menores de 1 año y en su reemplazo utilizar las fórmulas infantiles de inicio y continuación (cuando la lactancia no es posible o deseada) ya que están desarrolladas para cubrir adecuadamente con todos los nutrientes que el bebé necesita.1

Ahora bien, ¿por qué no se recomienda leche de vaca antes del año? Existen múltiples causas, pero en este artículo señalaré las dos más importantes desde mi punto de vista:

  • APORTE INADECUADO DE NUTRIENTES: en el primer año de vida la principal fuente de energía y nutrientes es otorgada por la leche, siendo la alimentación sólo un complemento hasta que ese/a bebé logre una buena actitud, tolerancia e incorporación de alimentos nutricionales. Las leches de fórmula vienen preparadas tratando de asemejar las características de la leche humana con un porcentaje de proteínas, grasas e hidratos de carbono mientras que la leche de vaca no cumple con los requerimientos nutricionales de un niño o una niña menor de 1 año. En estudios científicos2, donde se compara el crecimiento de los niños alimentados con leches de fórmula vs de vaca, el desarrollo y el aporte nutricional se logra en amplia medida con las leches de fórmula, quedando deficiente el aporte de la leche de vaca. Esta última no presenta fuente significativa de ácido ascórbico y hierro - nutrientes claves para el desarrollo de los menores de 1 año, sumado a que la alta concentración de caseína y calcio disminuyen la absorción del hierro en el intestino. Además, presenta un menor nivel de ácidos grasos que son importantes para la evolución del neurodesarrollo y sistema nervioso de los/as bebés (se encuentran en la mielina que es la “cobertura” de todos los nervios). Por otra parte, presenta un alto aporte de proteínas que puede generar alteraciones en el funcionamiento y deshidratación en el individuo ante un riñón inmaduro como presentan los/as bebés menores a 1 año.1

  • SANGRADOS INTESTINALES y ANEMIA: por la forma de la proteína de la leche de vaca, en muchas oportunidades la pared del intestino (mucosa intestinal) puede verse “lastimada o irritada” al tratar de absorberla, generando sangrados intestinales pequeños, inflamación de esa pared y malabsorción de nutrientes. Esto genera un mayor riesgo de presentar anemia en los/as bebés, que no cuentan con una dieta rica en hierro al inicio de alimentación complementaria. Por este motivo, la Sociedad Argentina de Pediatría sugiere, como pauta de prevención de anemia en menores de 1 año, no ofrecer lácteos (derivados de la leche de vaca) hasta superada esa edad.3

En nuestro país, ante un contexto económico y social vulnerable, cuando no se logra dar de amamantar siempre la sugerencia inicial es alimentar a menores de 1 año con leche de fórmula. En el caso de que la familia no tenga acceso, se puede plantear la posibilidad de utilizar una leche diluida como última opción; sabiendo que el requerimiento nutricional no es alcanzado en la mayoría de los casos. Es importante remarcar que contamos con la Ley de los 1000 días en la que el objetivo es proteger, fortalecer y acompañar el cuidado integral de la vida y la salud de las personas gestantes y las niñas y los niños en sus primeros 3 años de vida, otorgando un apoyo monetario para asegurar el acceso a leche y alimentos de esta población.

Teniendo este último punto como excepción, la recomendación por expertos en nuestro país es no exponer a los menores de 1 año a leche entera de vaca.  

Aunque derribar costumbres es difícil, no debemos quedarnos atados a las recomendaciones pasadas. En el consultorio es muy común, al plantear este nuevo concepto, que se escuche: “Nosotros nos criamos consumiendo en muchos casos lácteos o leche entera de vaca y estamos sanos/as”. La realidad es que, con el tiempo, las investigaciones avanzaron, se estudian nuevos conceptos, se analizan otras realidades que quizá hubiesen cambiado la forma de actuar de haberlas sabido con anterioridad. 

La recomendación final es que pregunten, averiguen y tomen consejos siempre de profesionales de la salud que los quieran acompañar en este camino, y que siempre decidan lo que deseen para sus hijos e hijas con información. 

  1. Guía práctica clínica sobre alimentación complementaria para niño y niñas menores de 2 años. MSAL. 2021

  2. Theoretical Impact of Replacing Whole Cow’s Milk by Young-Child Formula on Nutrient Intakes of UK Young Children: Results of a Simulation Study- Simone R.B.M. Eussen, Josephine Pean b Leanne Olivier a, c Fabien Delaere, Anne Lluch 

  3. Comité Nacional de Hematología, Oncología y Medicina Transfusional, Comité Nacional de Nutrición. Deficiencia de hierro y anemia ferropénica. Guía para su prevención, diagnóstico y tratamiento. Arch Argent Pediatr 2017;115 Supl 4: s68-s82

  4. González HF, Carosella M, Fernández A. Riesgos nutricionales en lactantes que no reciben lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses de la vida. Arch Argent Pediatr 2021;119(6):e582-e588

 

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