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Alimentación saludable durante el embarazo: nutrientes esenciales para el desarrollo fetal
El cuidado nutricional cobra gran relevancia durante el embarazo, ya que una nutrición adecuada en ese período tan especial de la vida contribuye no solo a la adecuada formación y desarrollo de los tejidos maternos y fetales, sino que previene además el desarrollo de enfermedades en etapas posteriores del ciclo vital.
Una alimentación saludable es la que proporciona diariamente una variedad de alimentos de los distintos grupos, en las cantidades que cada gestante requiere según sus necesidades energéticas, y garantiza los requerimientos diarios de los nutrientes esenciales. Dentro de los grupos de alimentos que se aconseja que formen parte de los hábitos alimentarios saludables se encuentran los lácteos (leche, yogures y quesos), que aportan proteínas de buena calidad, vitaminas y minerales particularmente calcio y fósforo necesarios para la formación ósea.
El huevo es otro alimento de gran calidad nutricional que es aconsejable incluir en el patrón alimentario. Entre las carnes, se destacan los pescados (siempre cocidos y que contengan cantidades bajas de metilmercurio) porque contribuyen al aporte de proteínas, iodo, zinc, vitamina D y ácidos grasos de la serie omega tres, nutrientes necesarios para el neurodesarrollo fetal.
Consumir al menos 400 g de verduras y frutas al día es otra de las recomendaciones para lograr hábitos alimentarios saludables. Las frutas y las hortalizas contienen vitaminas, minerales, compuestos bioactivos y fibra, pueden consumirse crudas o cocidas procurando elegirlas de diferentes colores para asegurar el aporte variado de sus componentes nutricionales.
Los cereales y sus derivados contribuyen a cubrir principalmente las necesidades de energía, para garantizar el aporte de fibra dietética es aconsejable elegir las opciones integrales. Las legumbres, cuyo consumo suele ser bajo, poseen una elevada calidad nutricional por lo que es muy conveniente incorporarlas a la alimentación habitual.
Los aceites de oliva, maíz, girasol, canola, soja, entre otros, así como variedades de semillas (lino, chía, sésamo, girasol) y frutas secas (nueces, almendras, avellanas) aseguran el aporte de ácidos grasos esenciales, vitamina E y diversos compuestos bioactivos.
Ciertos alimentos y bebidas deben evitarse o consumirse con moderación durante el embarazo. Las bebidas alcohólicas están totalmente contraindicadas, ya que el alcohol resulta perjudicial para el desarrollo fetal. Es aconsejable moderar el consumo de café, té, mate y bebidas que contengan cafeína, dado que cantidades excesivas se asocian especialmente a un mayor riesgo de retardo del crecimiento intrauterino. Los alimentos ultraprocesados constituyen alternativas de consumo ocasional debido a su alto aporte de azúcares agregados, grasas saturadas y sodio y al impacto negativo que puede presentar su consumo frecuente en la programación fetal. El efecto que poseen los edulcorantes no nutritivos para la salud materno fetal es controvertido, se recomienda evitar el consumo de ciclamato, sacarina y las hojas crudas de estevia, así como sus infusiones y extractos.
Los cambios en el sistema inmunitario que se dan durante la gestación predisponen a un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad transmitida por los alimentos; por lo que es muy importante mantener la limpieza durante la preparación de las comidas, separar los alimentos crudos de los cocidos, cocinar completamente los alimentos, mantenerlos a temperaturas seguras y usar siempre agua y materias primas seguras.
Laura Beatriz López
MN: 1078